Plataforma Sur de Proceso Sociales

Durante los años 2017 y 2018, en pleno inicio de la implementación del Acuerdo Final de Paz, Plataforma Sur acompañó a los municipios de Tello, Baraya y Colombia; territorios en donde el conflicto armado fue intenso, a iniciar un proceso de formación y fortalecimiento de los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia, un órgano consultivo de participación ciudadana que tiene por objeto asesorar al gobierno en todo lo relacionado con la paz, la reconciliación y la convivencia en estos territorios.

El departamento del Huila cuenta con una extensión territorial de 19.990 Km2 y una población de 1.197.081 habitantes (SIR Huila, 2019a); se encuentra en una posición estratégica, que lo ha convertido durante años en un corredor que conecta los departamentos de Tolima, Caquetá, Cundinamarca, Tolima, Cauca y Caquetá. 
Particularmente, sobre los municipios de Tello, Baraya y Colombia, confluyen cuatro corredores geoestratégicos del conflicto, que conectan al norte del Huila con los departamentos de Cundinamarca, Meta, Caquetá y Tolima. 

Mapa 12
Corredor geoestratégico del norte del departamento del Huila.

Tello, Baraya y Colombia tienen en conjunto una población de 36.944‬ habitantes, representando el 3.08% de la población total del departamento, ubicadas en una extensión territorial de 2.672‬ Km2, correspondiente al 13.36% del territorio huilense. 
Estas 36.944 personas, son las que tuvieron que vivir las consecuencias del conflicto armado intenso, vivido en esta región del departamento por más de 30 años; siendo una de las principales consecuencias la ruptura total de las relaciones entre la institucionalidad y la sociedad civil. 
Es por esta razón que Plataforma Sur ha desarrollado históricamente un acompañamiento a esta región, apostándole por acompañar procesos sociales que le aporten a la transición de la comunidad hacia la anhelada paz territorial. 
En 2017, recién firmado el Acuerdo Final de Paz entre el Estado colombiano y las antiguas FARC-EP, Plataforma Sur inicia la apuesta de constitución y fortalecimiento de los Consejos de Paz, Reconciliación y Convivencia en Tello, Baraya y Colombia. 
Este órgano asesor y consultor establecidos por la ley 434 de 1998 y el Decreto 885 de 2017, se consolida en la principal herramienta para tejer nuevamente las relaciones entre la sociedad civil y la institucionalidad pública y así construir territorios de Paz. 
En 2017, una vez instalados los Consejos en los tres municipios, más de 100 consejeros de la institucionalidad y la sociedad civil, conjuntamente con los líderes y lideresas no vinculados, como presidentes de Juntas de Acción Comunal, lograron realizar en cada territorio un diagnóstico de los hechos del conflicto armado en el norte del Huila y las consecuencias que éste dejó para los habitantes. 
Ya en 2018, habiendo realizado diferentes acciones de reconciliación, sesiones ordinarias y una serie de espacios de formación, los Consejos de Paz, Reconciliación y Convivencia construyeron las Agendas Territoriales de Paz; una apuesta política, orientada por el Acuerdo Final de Paz, que, con una metodología participativa permitió a los consejeros, consejeras y liderazgos invitados, plasmas las acciones necesarias para la territorialización de la Paz. 
Estas agendas fueron posicionadas ante la institucionalidad pública departamental en un histórico encuentro de Consejos de Paz, realizado en diciembre de 2018 en el municipio de Baraya, donde se logró contemplar por los más de 300 participantes, un avance en la construcción de paz territorial a partir del tejido de las relaciones institucionalidad-sociedad civil. 
Esta vez, la sociedad civil estaba interesada en construir su territorio en conjunto con la administración municipal y departamental; pero con una diferencia a los tiempos anteriores, la ciudadanía estaba convencida de que necesitaba formarse para dialogar y construir en igualdad de condiciones; un principio de la gobernanza que empezó a implementarse desde aquel encuentro. 
Atendiendo a esta necesidad y como un factor común a todas la Agendas Territoriales de Paz, los más de 100 Consejeros de Paz, Reconciliación y Convivencia dieron paso a un proceso formativo que dotara de herramientas teórico-prácticas a los líderes para realizar el tránsito hacia la paz con el ejercicio de una real ciudadanía. Nace allí la Escuela de Transición Política para la Paz. 
En todo este proceso, Plataforma Sur siempre optó por trabajar con la metodología de la Acción Sin Daño y la Investigación, Acción Participativa que fue el factor transversal para lograr el desempeño de los consejeros en los principales logros alcanzados: 
-    Diagnóstico del conflicto armado 
-    Construcción de las Agendas Territoriales de Paz 
-    Fortalecimiento a Juntas de Acción Comunal y Comités de Conciliación
-    Promoción de la reconciliación en el territorio
-    Visibilización de las apuestas de los líderes y lideras para su territorio
 

Los Gestores Humanitarios son campesinos y campesinas productores, del corregimiento de San Andrés en Tello; que cansados de la vulneración de sus derechos por parte los actores armados, decidieron sacar tiempo del trabajo en sus fincas para asistir a capacitaciones y talleres, y así poder brindar una apoyo a sus comunidades, con el propósito de tener un Gestor Humanitario por cada vereda, una persona con conocimientos del derecho y las normas de convivencia que velara por los derechos humanos de su comunidad.

La iniciativa de poner a hablar a las grandes empresas y medios de comunicación sobre el tema de la reconciliación y la paz en el país es una iniciativa de la sociedad civil, acompañada de entidades como RedProdepaz, el Centro Nacional de Memoria Histórica, revista Semana, Ecopetrol, Canal Capital, entre otras organizaciones que hacen parte de la propuesta. En este escenario que comienza se han dado cita para el diálogo las organizaciones y procesos sociales que le han apostado a la paz y al desarrollo desde las regiones.
Luego del encuentro que se dio en Medellín entre los procesos sociales de Antioquia, Chocó, Putumayo, Caquetá, Huila y Tolima, Reconciliación Colombia sacó su primera revista con  “inspiradoras  experiencias regionales que retratan un país que se construye más allá del conflicto”. La idea fue evidenciar y reconocer cómo desde los territorios de la guerra se ha resistido al conflicto, mediante procesos sociales y comunitarios que desde tiempo atrás vienen desarrollando iniciativas locales de reconciliación, paz y desarrollo. En esta primera edición se muestran los procesos de los departamentos que se encontraron por primera vez a compartir sus experiencias y sus conocimientos con empresarios y fuertes medios de comunicación del país.
Por el departamento del Huila se reconoce el proceso de Gestores Humanitarios -del corregimiento de San Andrés Tello en el municipio de Tello – Huila- como iniciativa de construcción de paz y reconciliación en un territorio bastante afectado por el conflicto armado. Estos Gestores que nacieron de un proceso de formación de dos años en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, coordinado por la Secretaria de Derechos Humanos de Plataforma Sur de Procesos Sociales, es visto por la iniciativa “Reconciliación Colombia” como una clara muestra de convivencia, donde la implementación del derecho del Estado y el derecho comunitario pueden superar las violaciones a los derechos humanos de la población en territorio de conflicto armado.
Los Gestores Humanitarios son campesinos y campesinas productores, que cansados de la vulneración de sus derechos por parte los actores armados, decidieron sacar tiempo del trabajo en sus fincas para asistir a capacitaciones y talleres, y así poder brindar un apoyo a sus comunidades, con el propósito de tener un Gestor Humanitario por cada vereda, una persona con conocimientos del derecho y las normas de convivencia que velara por los derechos humanos de su comunidad. Durante este proceso se construyó colectivamente la “Cartilla de Formación en Derechos Humanos”, como una herramienta pedagógica que permitiera la réplica de futuros procesos similares en territorios de conflicto armado.
Los Gestores Humanitarios han sido invitados a múltiples eventos nacionales para compartir su experiencia de paz y convivencia, estuvieron en el Primer Seminario Nacional “In-seguridades y Resistencias. Experiencias urbano rurales” realizado por el Observatorio de Seguridad Humana de Medellín y ahora están en Reconciliación Colombia.
Sin embargo, los Gestores saben que la paz se logra si hay desarrollo rural, donde haya desarrollo habrá paz y donde haya paz habrá desarrollo, frente a esto la Gestora Fernanda Olaya dejó en la mente de muchos que “La Paz no se da entre dos sectores armados, sino a través del desarrollo regional que es un desarrollo comunitario, que garantice vías, salud, educación de calidad, fortalecimiento de las economías campesinas, por eso nosotros pasamos de estudiar Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, a construir nuestro plan de vida campesino”.

Este proceso formativo y de acompañamiento que adelantó Plataforma Sur de Procesos Sociales en alianza con la Asociación de Juntas Comunales – Asojuntas Tello del año 2010 – 2012, está siendo pedido por comunidades campesinas de diferentes municipios y veredas del Huila y de la región surcolombiana que se han visto afectadas por el conflicto armado colombiano y que desean replicar la experiencia. Ahora con el Programa de Desarrollo y Paz del Huila y Piedemonte Amazónico HUIPAZ, cuyo lema es «paz para el desarrollo y desarrollo para la paz», será posible.

Desde el 19 de agosto de 2013 salieron al Paro Nacional Agropecuario y Popular todos los sectores que comprendieron la crisis agraria como un problema de orden político nacional, más allá de cuál es el punto de origen del problema. Desde antes y durante las movilizaciones, el equipo de Plataforma Sur estuvo acompañando a los campesinos, especialmente del norte del departamento del Huila para garantizar el cumplimiento de sus derechos y ejercer una asesoría jurídica permanente a los posibles acuerdos.

No es fácil establecer cuándo empieza el problema agrario, algunos piensan que fue con la Violencia de los años cincuenta, que dio inicio formal al proceso de desalojo sistemático del campo, o con la “apertura económica” del gobierno Gaviria en los noventa, que fue el principio de la entrada libre de aranceles de productos extranjeros bajo la promesa de apoyos a la producción nacional para aumentar la exportación de productos que por entonces producíamos. Lo cierto es que en este transcurso de tiempo cerró el INCORA, que compraba tierras a los hacendados y las asignaba en parcelas para los campesinos; se eliminaron las Unidades Técnicas Agropecuarias –UMATAS, que daban asistencia técnica a los labriegos; se cerró el IDEMA, que desde el Estado compraba los productos agrícolas a precios coherentes y desaparecieron las Oficinas de Caminos Veredales, descargando la tarea de mantener los vías terciarias en los parceleros; y así cada política del gobierno nacional fue un recaer en los errores, pisar sobre las mismas huellas, hundiéndose más en ese barrizal de la pobreza rural con que el TLC terminó de untar a todos.

No es la primera vez que los pobladores rurales se manifiestan en el departamento del Huila en lo corrido de la última década. Desde el 2008 se han movilizado anualmente en protestas pacíficas, que, aunque masivas y propositivas fueron mudas para los medios de comunicación. Estos 5 años de negociaciones con acuerdos firmados por secretarios de despacho y gobernadores, terminaron con 5 documentos de compromisos empolvados en escritorios burocráticos; pero los campesinos todavía creen, o más que creer necesitan una respuesta estatal que hecha política pública reconozca la territorialidad campesina, priorice el aporte de la agricultura en la economía, impulsando formas productivas basadas en la economía campesina y proteja al sector agropecuario de la importación extranjera.

En el transcurso del año 2013 hubo múltiples jornadas de protesta, por un lado los cultivadores de café que se asientan en las laderas de los Andes, por otro los arroceros en los valles de río, los agricultores de papa en la sabana cundiboyancense, los transportadores, los platanicultores, los pequeños y medianos productores, los hombres y mujeres de las Zonas de Reserva Campesina. Todas las jornadas de protestas tuvieron cinco elementos en común: 1) Establecer  precios fijos para la compra y venta de los productos agrarios, 2) Bajar los precios de los insumos agrícolas, 3) El acceso a créditos a bajo interés para continuar produciendo alimento, 4) Protección de la diversidad de semillas nacionales y 5) reconocimiento de la territorialidad campesina como forma de protección frente a los megaproyectos.

Desde el 19 de Agosto de 2013 salieron al Paro Nacional Agropecuario y Popular todos los sectores que comprendieron la crisis agraria como un problema de orden político nacional, más allá de cuál es el punto de origen del problema, quienes hoy se manifiestan dirigen sus esfuerzos de manera asertiva a la responsabilidad estatal para resolver la crisis económica que atraviesa el país que se condena al 31% de la población nacional (doce millones cuatrocientas mil personas) quienes dependen económicamente de las relaciones agropecuarias en su producción, transporte y comercialización, sin contar con el resto de los colombianos que sustentamos el 70% de la canasta básica de la producción interna de alimentos.

Desde antes y durante las movilizaciones, el equipo de Plataforma Sur estuvo acompañando a los campesinos, especialmente del norte del departamento del Huila para garantizar el cumplimiento de sus derechos y ejercer una asesoría jurídica permanente a los posibles acuerdos.

Las peticiones de los marchantes se argumentan en tres pliegos de peticiones que fueron presentados al gobierno con 2 y 3 meses de anticipación, periodo durante el cual los dignatarios estatales no realizaron acercamientos con los sectores que anticiparon las protestas, ni impulsaron políticas para remediar el problema en el campo nacional.

En respuesta a esto, el Estado movilizó en los días previos a la protesta más de 12.000 hombres de la Policía Nacional y múltiples miembros del Ejército Nacional, que al día de hoy (21 de agosto) han reportado un incendio forestal causado en Algeciras, más de seis periodistas detenidos, decenas de heridos y por lo menos 61 manifestantes detenidos y en proceso de judicialización. Esto a la luz de la ley 1453 “de seguridad ciudadana”, y argumentados en que detrás de la protesta campesina no están las precarias condiciones de vida de la población rural sino la mano invisible de las guerrillas.

Como personas valientes, las mujeres defienden sus derechos y medios de vida y luchan por una economía que respeta los derechos humanos y protege el medio ambiente. Para garantizar estos éxitos, se deben fortalecer sus derechos. En la exposición «¡Juntos cambiamos el mundo! 50 mujeres que ya han comenzado» se presentaron a 50 mujeres durante la Campaña Ecuménica, y entre ellas está Belén Alarcón Alarcón, directora de Plataforma Sur.

En 2019 se celebraron los 50 años de la Campaña Ecuménica de Organizaciones de Ayuda Pan para Todos y Fastenopfer. Mujeres como hombres son responsables del éxito del trabajo, cada uno a su manera. Pero el trabajo de las mujeres a menudo permanece invisible. Desde la campaña 2019, era necesario retratar a 50 mujeres para el aniversario número 50. Mujeres de todo el mundo
viejas, jóvenes, famosas, de cerca y de lejos. Se unieron 50 historias impresionantes. 50 pequeñas percepciones que obtenemos de la vida de estas mujeres. Perspectivas, que te dan curiosidad, te hacen pensar, pero también Dar esperanza.
Todas estas mujeres, entre ellas Belén Alarcón, están comprometidos con una vida mejor y más justicia. 

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Plataforma Sur, premio nacional Colombia Participa 2019 - Ministerio del Interior

Belén Alarcón Alarcón, directora de Plataforma Sur recibió el premio nacional COLOMBIA PARTICIPA, otorgado por el Ministerio del Interior a la mejor experiencia de la sociedad civil en participación ciudadana.

Este premio es el reconocimiento a la creación y puesta en marcha de la Escuela de Transición Política para la Paz; que con la metodología de Investigación Acción Colectiva dota de herramientas a los líderes y lideresas del corredor norte del Huila, para que a través del ejercicio de la participación ciudadana se avance en la transición de la guerra a la paz en territorios que fueron escenarios de conflicto.